El 11 de enero de 2003 aparece muerta una mujer de 49 años bajo las escaleras de un parking de la calle Bertran de Barcelona. Se crea una gran alarma social en la ciudad: hay un asesino libre que puede volver a matar. Once días después aparece otro cadáver en el mismo parking, de una mujer, asesinada de la misma manera. La policía cree que el asesino reincidirá.