El lobo ha dejado de habitar el territorio que una vez formó parte de sus dominios y es solo a través de sus contornos que podemos acercarnos a él; ruinas de trampas para lobos, orina de depredador importada de Estados Unidos, un muladar para alimentar aves carroñeras y arqueros que disparan a réplicas de animales. Reserve construye un relato sobre el frágil equilibrio de un territorio tras la desaparición del depredador, donde la compleja coexistencia entre humanos y no humanos presenta un ecosistema marcadamente antropogénico.