En memoria de Cutberto y los otros 42 estudiantes, el director Hari Sama y Amnistía Internacional, realizaron el cortometraje Ya nadie toca el trombón, el cual narra la larga espera para que Cutberto regrese por donde se fue, tome nuevamente café con su abuela y ayude a su papá en el campo. Y con esto, también terminar con la idea de que Ayotzinapa, una desaparición forzada, sólo le sucede a quien está metido en problemas.